jueves, 31 de enero de 2013

lectio 4 DOrd C

 
4 Domingo Ordinario "C"
 
Texto del Evangelio según San: Lucas 4, 21-30
 
En aquel tiempo, después de que Jesús leyó en la sinagoga un pasaje del libro de Isaías, dijo: "Hoy mismo se ha cumplido este pasaje de la Escritura que acaban de oir". Todos le daban su aprobación y admiraban la sabiduría de las palabras que salían de sus labios, y se preguntaban: "¿No es éste el hijo de José?"
Jesús les dijo: "Seguramente me dirán aquel refrán: 'Médico, cúrate a ti mismo' y haz aquí, en tu propia tierra, todos esos prodigios que hemos oído que has hecho en Cafarnaúm". Y añadió: "Yo les aseguro que nadie es profeta en su tierra. Había ciertamente en Israel muchas viudas en los tiempos de Elías, cuando faltó la lluvia durante tres años y medio, y hubo un hambre terrible en todo el país; sin embargo, a ninguna de ellas fue enviado Elías, sino a una viuda que vivía en Sarepta, ciudad de Sidón. Había muchos leprosos en Israel, en tiempos del profeta Eliseo; sin embargo, ninguno de ellos fue curado, sino Naamán, que era de Siria".
Al oír esto, todos los que estaban en la sinagoga se llenaron de ira, y levantándose lo sacaron de la ciudad y lo llevaron hasta un precipicio de la montaña sobre la que estaba construida la ciudad, para despeñarlo. Pero él, pasando por en medio de ellos, se alejó de ahí.
 
Lectura (Lectio): leo atentamente y con devoción el evangelio las veces que sea necesario hasta encontrar los elementos que me ayuden a entender lo que dice en sí mismo: su estructura, personajes, relaciones, acciones y reacciones.
El texto que escucharemos este domingo es la continuación del que escuchamos el domingo anterior y ayudan a hacer el nexo las palabras centrales de Jesús: "hoy se cumplen estas profecías que acaban de escuchar".
Nos sirve recordar que Jesús ya era conocido en las sinagogas de otros pueblos y su buena fama, lo que decía y hacía en otros lugares, le precedía ahora que llegaba a su pueblo para encontrarse con sus paisanos.
Es claro que sus paisanos le admiran y aprueban en un primer momento. En un segundo momento se cuestionan y no dan crédito a lo que ven y oyen de él porque "es el hijo de José", ha crecido entre ellos y no pueden admitir que sea ahora más que ellos aplicándose las palabras de Isaías. Finalmente le exigen que haga entre ellos lo que ha hecho en Cafarnaúm, centro de operaciones y lugar de la residencia apostólica de Jesús, y hasta le rechazan y le quieren matar porque pone en cuestión sus actitudes y su fe con su modo de actuar y hablar. Este proceso en las actitudes de sus paisanos no se refiere sólo a este día sábado en la sinagoga, sino que Lucas presenta sintéticamente lo que pasará en la relación de Jesús con el pueblo judío hasta el final de su vida. Ayuda a entender este proceso y actitudes la figura de Jeremías en la primera lectura (Jr. 1,4-5; 17-19).
Por otra parte, Jesús se pone en la línea de los profetas Elías y Eliseo a través de los cuales Dios lleva generosamente la salvación más allá del pueblo judío. Esto es lo que más indigna a sus paisanos, y al pueblo judío en general, dejando ver el inflado orgullo nacionalista y el craso egoísmo de un pueblo que creía tener la exclusiva sobre Dios y no aceptaba que los beneficios de su amor misericordioso se extendieran a los demás pueblos llamados por ellos paganos, impuros y pecadores.
 
 
Meditación (Meditatio): lo que me dice a mí Dios a través de su Palabra en mis circunstancias iluminando mi vida.
Señor Jesús, me queda claro que tú eres el anunciado por los profetas, el Hijo de Dios, el salvador no sólo del pueblo judío sino de todos los pueblos, tú eres el salvador mío. ¡Tú eres el único salvador ayer, hoy y siempre! En tí se cumplen las escrituras.
Por otra parte veo la resistencia no sólo de tus paisanos y del pueblo judío en general para admitir que en ti está el Espíritu del Señor y que eres el Hijo de Dios hecho hombre, veo también la resistencia de nosotros, los y las mujeres de esta época tan llena de egoísmo, consumismo, envidias, celos y desconfianzas que no nos dejan aceptar tu encarnación y la implicación de que tu amor llegue a todos y no sólo a los que se creen o nos creemos buenos.
No damos crédito a la bondad y presencia de tu Espíritu en el esposo o la esposa, en el hermano o la hermana, en el hijo o la hija, en el patrón o el obrero, en el maestro o el alumno por el simple hecho de "que ya la o lo conocemos" y pretendemos saber todo de él o de ella, hasta sus intenciones. Y si madura o se desarrolla más que nosotros y es reconocido/a por los demás pasamos al rechazo y hasta el rencor, con malos pensamientos, malas intenciones y malas acciones en su contra. Es cierto que "nadie puede ser profeta en su tierra". De ese modo nos privamos de lo que nos das y nos dices a través de ellos. ¡Qué lástima!
 
Oración (Oratio): lo que le digo al Señor desde su Palabra y desde mis circunstancias.
Señor Jesús, hoy como en aquellos días de tu ministerio en Nazaret, tú estás en medio de nosotros, tus familiares, como un extranjero. Me asusta un poco pensar que, habiéndome yo también preciado de ser un fiel oyente de tu Palabra,  llegue en algún momento a sucederme lo mismo que a tu Pueblo, al ser sordo a esa Palabra o a escandalizarme de la verdad que en ella se me revela. Y todavía más, me escandalice de ver que tu Gracia puede llegar a otros, pobres, excluidos, perdedores que son humildes y que te reconocen incondicionalmente como Salvador y que humildes escuchan tu voz y están dispuestos a hacer lo que les pidas. Y de mi parte no te sigo… Enséñame, Señor, a creer en tu persona y en los regalos de tu presencia y de tu amor en medio de mi vida
 
 
Contemplación (Contemplatio): hago silencio, adoro, alabo y bendigo al Señor. Tomo una buena decisión y propósito para mi vida personal, familiar, laboral, escolar y la cumplo durante la semana.
 
 
 
De mi parte y de mi comunidad del Santuario Nacional San Juan Bosco, en León, Gto, una feliz fiesta de Don Bosco y que su entrega y pasión en el seguimiento de Cristo y el servicio a los muchachos más pobres y necesitados nos entusiasme a todos a vivir el evangelio como camino de santificación y felicidad.
A todos los amigos/as, exalumnos y exalumnas salesianos, un feliz día de Don Bosco este jueves 31 y un feliz domingo. Don Bosco ha sido proclamado por el Papa Juan Pablo IIº como "padre y maestro y amigo de los muchachos/as" en la Iglesia universal. Pueden pedirle favores por sus hijos, sus alumnos/as, por los educadores, por ustedes mismos, verán que no quedarán defraudados.
 
 
 
 
 
La Paz con ustedes.

miércoles, 23 de enero de 2013

lectio 3 DOrd C

3º Domingo Ordinario, C.
 
Texto del Evangelio de San Lucas 1, 1-4; 4, 14-21
 
"Muchos han tratado de escribir la historia de las cosas que pasaron entre nosotros, tal y como nos las transmitieron los que las vieron desde el principio y que ayudaron en la predicación. Yo también ilustre Teófilo, después de haberme informado minuciosamente de todo, desde sus principios, pensé escribírtelo por orden, para que veas la verdad de lo que se te ha enseñado.
(Después de que Jesús fue tentado por el demonio en el desierto), impulsado por el Espíritu, volvió a Galilea. Iba enseñando en las sinagogas; todos lo alababan y su fama se extendió por toda la región. Fue también a Nazaret, donde se había criado. Entró en la sinagoga, como era su costumbre hacerlo los sábados, y se levantó para hacer la lectura. Se le dio el volumen del profeta Isaías, lo desenrolló y encontró el pasaje en que estaba escrito: El Espíritu del Señor está sobre mí, porque me ha ungido para llevar a los pobres la buena nueva, para anunciar la liberación a los cautivos y la curación a los ciegos, para dar libertad a los oprimidos y proclamar el año de gracia del Señor.
Enrolló el volumen, lo devolvió al encargado y se sentó. Los ojos de todos los asistentes a la sinagoga estaban fijos en él. Entonces comenzó a hablar, diciendo: "Hoy mismo se ha cumplido este pasaje de la escritura que acaban de oír".
 
Lectura: El Evangelio de este Domingo tiene una introducción, el capítulo primero, la misma que sirve para todo el Evangelio de Lucas. Presenta de manera ordenada a Teófilo lo que los testigos le contaron a él, "para que veas la verdad de lo que se te ha enseñado". Después pasa al capítulo cuarto, situando a Jesús en Galilea, para comenzar su misión en la sinagoga de esa región. Finalmente nos dice que Jesús estaba en Nazaret cumpliendo con la costumbre de asistir al servicio religioso en la sinagoga. Allí hace la lectura del pasaje de Isaías y que Jesús lo aplica a si mismo diciendo: "Hoy se cumplen estas palabras que acaban de escuchar". Asumiendo así todo el contenido del texto.
 
Meditación: Este texto nos hace ver que lo escrito por Lucas es la verdad de todo lo que se ha enseñado y llama la atención de cómo fue hecho este evangelio. Al presentarnos cuando Jesús fue a Galilea nos indica que de esta forma llegará el evangelio a aquellos que se encontraban lejos de Jerusalén. Jesús participaba los sábados en la sinagoga; y se dejaba impulsar por el Espíritu; pero, un sábado fue más importante, porque al leer Jesús al profeta Isaías, ese texto lo aplicó a sí mismo: "Hoy mismo se ha cumplido este pasaje de la Escritura que acaban de oír". Es decir, que El era el Cristo. El es pues el Mesías para los pobres y la realización de la misericordia de Dios. Así Jesús da inicio e inaugura su ministerio. Este discurso hecho por Jesús es un discurso programático: "El Espíritu del Señor…" Es, pues, Jesús, siempre dócil, al Espíritu que lo había llevado al Jordán para ser bautizado, lo había llevado al desierto, y lo lleva ahora a Galilea hacia aquella sinagoga de Nazaret; lo ha enviado a los pobres, lo ha enviado a anunciar el Evangelio. Los ojos de todos los asistentes a la sinagoga estaban fijos en El.
 
Oración: Gracias, Señor, porque has suscitado gente para que nos dejara por escrito todo lo que sucedió desde sus orígenes, porque así conocimos a Jesús, sus obras, sus palabras y así lo hemos podido conocer y amar. También, gracias, Señor, porque llevaste a término ese programa en tu vida, para cumplir la voluntad del Padre; así hemos experimentado cómo los pobres han recibido la Buena Nueva: el anuncio de liberación a los cautivos, la curación a los ciegos, dar la libertad a los oprimidos y proclamar el año de la Gracia del Señor. Gracias, Señor, porque lo llevaste a término fielmente, sin importarte morir por ello en la Cruz.
Nos mostrabas también cuál es la misión de tus discípulos. Señor, ayúdanos a serlo en los ambientes donde vivimos. Ayúdanos a cumplir este programa puesto que queremos seguirte.
 
Contemplación (Hago silencio, me lleno de gozo, me dejo iluminar, adoro, alabo y tomo decisiones para actuar de acuerdo a la Palabra de Dios en mi vida ordinaria personal, familiar, social, laboral, escolar…)
 
Feliz Domingo
 
 
 
 
La Paz con ustedes.

jueves, 17 de enero de 2013

lectio 2 DOrd C

2° Domingo Ordinario, Ciclo "C"
 
La fiesta de bodas en Caná y la primera señal de Jesús
Celebramos otra manifestación del Señor. Esta vez en la figura de la celebración de las bodas de Cristo con su Iglesia: "Hoy el esposo celeste se une a la Iglesia, porque en el Jordán le lavó los pecados; con presentes llegan los Magos a las bodas reales, y con el vino hecho del agua se alegran los invitados, aleluya", canta la Iglesia. El Bautismo del Señor y las Bodas de Cana son elementos constitutivos originales de la Fiesta de la Epifanía.
Texto a meditar y orar:
Del Evangelio según san Juan 2,1-11:
 
En aquel tiempo, hubo una boda en Caná de Galilea, a la cual asistió la madre de Jesús. Éste y sus discípulos también fueron invitados. Como llegara a faltar el vino, María le dijo a Jesús: "Ya no tienen vino". Jesús le contestó: "Mujer, ¿qué podemos hacer tú y yo? Todavía no llega mi hora". Pero ella dijo a los que servían: "Hagan lo que Él les diga".
Había allí seis tinajas de piedra, de unos cien litros cada una,  que servían para las purificaciones de los judíos. Jesús dijo a los que servían: "Llenen de agua esas tinajas". Y las llenaron hasta el borde. Entonces les dijo: "Saquen ahora un poco y llévenselo al mayordomo".
Así lo hicieron, y en cuanto el mayordomo probó el agua convertida en vino, sin saber su procedencia, porque sólo los sirvientes la sabían, llamó al novio y le dijo: "Todo el mundo sirve primero el vino mejor, y cuando los invitados ya han bebido bastante, se sirve el corriente. Tú, en cambio, has guardado el vino mejor hasta ahora".
Esto que Jesús hizo en Caná de Galilea fue la primera de sus señales milagrosas. Así manifestó su gloria y sus discípulos creyeron en Él.
 
Lectura: Busca leyendo (¿Qué te dice el texto en sí mismo) lee atentamente varias veces el texto evangélico y descubre todos los detalles, personajes,  actitudes y relaciones.
La primera manifestación pública de Jesús en el cuarto evangelio tuvo un comienzo singular: en el marco de una boda. Todo el relato manifiesta una fina ironía propia de Juan: no deja bien parado a los anfitriones el decir que en la fiesta nupcial faltó el vino; o que se suela guardar para el final el peor de los vinos a propósito de la improvisación de unos jóvenes esposos. Y gracias a la observación femenina y a la obediencia materna a María, Jesús pudo adelantar su "hora". El párrafo del evangelio de San Juan que hoy escuchamos  habla del evento de las bodas de Caná, que en la estructura del cuarto Evangelio, constituye "el principio de la revelación mesiánica del Hijo de Dios". Con este signo, Jesús da inicio a su manifestación, se revela como verdadero Dios. Ya el Profeta  Isaías describía en su tiempo la era mesiánica como una fiesta nupcial, como la época en la cual abundarán la alegría, el amor, la vida y la salvación. La abundancia del vino nuevo donado por Jesús en ocasión de la fiesta nupcial indica la inauguración del tiempo mesiánico, en el cual los bienes de la salvación serán abundantes. Por lo tanto la fiesta nupcial de Caná con el don del vino abundante inaugura la era mesiánica. La entrada en escena de María al principio del relato, va desapareciendo conforme avanza el texto, pero su importancia y grandeza dependen completamente del hijo. Los siervos son ejecutores dóciles de las órdenes del Maestro y los discípulos son espectadores pasivos; por lo tanto la persona que está en primer plano y ocupa el campo desde el inicio hasta el fin es sólo Jesús; sobre todo, es Jesús quien ordena y obra el signo extraordinario.
 
 
Meditación:  "…y encontrarás meditando". (Qué te dice a Ti el texto). Reflexiona y profundiza la Palabra.
El relato del Evangelio llamado "las Bodas de Caná" es la terminación de la narración de una semana. El evangelista lo planeó en una semana, pensando en aquella semana de la creación que lo cuenta el libro del Génesis. "Tres días después". En el sexto día (Bodas de Caná) tenemos el retrato de la nueva humanidad. Situando Jesús en un casamiento que fallaba, como el de Caná de Galilea, el evangelista no hace otra cosa sino mostrar quien es el esposo de la humanidad. Por lo tanto el episodio de Caná debe ser reflexionado en clave simbólica, por ejemplo:
- con frecuencia, el casamiento en la Biblia, es sinónimo de alianza. En el lenguaje profético ser infiel a la alianza es la misma cosa que ser adúltero, prostituirse;
- la alianza antigua caducó, no tiene razón de existir. "Ellos no tienen más vino".
- lo que sostenía a la antigua alianza eran los ritos purificatorios (las tinajas para la purificación estaban vacías). Los ritos de purificación no serán ya condición para que las comunidades se tornen esposa del Cordero.
- Jesús es aquel que inaugura la Nueva Alianza, aquel que trae el vino nuevo, de óptima cualidad, en abundancia. El vino es también símbolo muy fuerte del amor.
- El vino que Jesús da es de óptima cualidad, haciendo olvidar el antiguo.
- La abundancia de vino (más de 600 litros) era señal de la llegada del Mesías, que traerá el amor definitivo. Llegó por lo tanto la hora de Jesús, que se consumará en la Cruz, al mostrar su amor sin límites.
Es extraño que Jesús se dirija a su Madre llamándola "mujer". Esta manera quiere significar o simbolizar todos los que se conservan fieles a Dios, al realizarse las promesas mesiánicas.
Jesús muestra a su madre que la antigua alianza no tiene razón de ser. El es el verdadero esposo de la humanidad, pues trae la vida en plenitud, simbolizada por la abundancia de vino; El inaugura el nuevo modo en que las personas se relacionen con Dios: no ya a base de intercambio de favores o ritos purificatorios (las tinajas vacías), sino a base de amor pleno y verdadero.
La Madre de Jesús es germen de la comunidad-esposa. Es la raíz del nuevo pueblo de Dios, esposa del Cordero. Haciendo todo lo que El diga y creyendo en El, las personas van asumiendo el perfil de lo que es ser cristiano. "Mujer, ¿qué podemos hacer tú y yo?..." Y la Madre de Jesús, dice: "Hagan lo que Él les diga"; ella se da cuenta e intercede. Y Jesús anticipa la hora. Y se manifiesta con señales, signos.
El episodio de Caná marca el comienzo de las señales de Jesús que tienen como finalidad llevar a la nueva humanidad a la madurez de la fe y a la posesión de la vida. En Caná Jesús manifestó su gloria, que consiste en revelar el proyecto de vida y libertad para todos.
Vivimos tiempos de plenitud, tiempos de vino nuevo y de óptima cualidad. Es la hora de Jesús. Los que andan con El son personas nuevas.
 
Oración: "Llama orando" (Qué le digo yo a Dios).
Señor, Te nos has manifestado a través de signos y palabras. Hoy adelantas y haces una señal maravillosa: Eres es el esposo de la humanidad, el mejor. Y María, tu Madre, hace que lo demuestres. Esta manifestación que has realizado nos viene a confirmar tu misión, ya que, hiciste otras señales para que tuviéramos la seguridad y depositáramos nuestra fe en Ti: y "los discípulos creyeron en Ti". Señor, nuestras comunidades necesitan dirigirse hacia Ti, Jesús, sólo así, seremos comunidades que dan testimonio, que se manifiestan a través de signos, cotidianos; ya que manifiestan el amor, el testimonio de que somos comunidades que creen en Ti, Señor.
 
Contemplación: "…y se te abrirá por la contemplación"
Contempla y experimenta en tu interior la alegría por la presencia de Jesús en el mundo y la presencia intercesora de María, la Madre de Dios. Queremos ser los discípulos que creen en Ti.
 
 
 
La Paz con ustedes.

jueves, 10 de enero de 2013

lectio Bautismo del Señor

 
Bautismo del Señor, C.
Texto a meditar y orar:
Del Evangelio de San Lucas 3, 15-17. 21-22
 

Lectura. Con la fiesta del Bautismo de Jesús la liturgia concluye el ciclo de la Navidad y de la Epifanía, es decir, el período de la manifestación de Jesús como Salvador.
El párrafo evangélico de este día describe la manifestación, también, del Hijo de Dios: la voz del Padre declara: "Tú eres mi Hijo amado; yo hoy te he engendrado"
Este párrafo evangélico concluye con la intervención del Padre, que desde el cielo proclama al profeta de Nazaret como su Hijo amado.
Jesús es designado por Dios como su "elegido", en el cual se ha "complacido" y sobre el cual "ha puesto su Espíritu Santo".
En el relato del Bautismo de Jesús se encuentran presente las tres Divinas Personas: Dios, el Hijo y el Espíritu Santo. Y en todos los escritos de Lucas se subraya la divinidad de Jesús, que es el Hijo del Altísimo, el Hijo de Dios; el Señor (Kýrios), y también se resalta mucho la acción del Espíritu Santo en relación con Jesús que está lleno del Espíritu Santo; Cristo está poseído, guiado y animado por el Espíritu Santo. Para Lucas, Cristo es el hombre del Espíritu, porque está animado y guiado sólo y siempre por esta persona divina. Así Jesús es presentado como el modelo de docilidad al Espíritu.
Además el Evangelio hace la presentación de Jesús como el hombre de oración. La manifestación de Jesús, sucedida en tal circunstancia, se ha realizado mientras Jesús rezaba. Lucas muestra que la oración auténtica desemboca en la contemplación indica en el profeta de Nazaret el modelo de oración. Cristo como modelo de oración para todos sus discípulos. Los momentos más importantes y significativos de la vida de Jesús van marcados por la experiencia de momentos de oración: ahora el Bautismo, la agonía, la Transfiguración, la elección de los Doce, etc.

Meditación. Al ser bautizado por Juan, Jesús se solidariza con los pecadores, Dios sale al descubierto para proclamarle su Hijo predilecto; su palabra y su Espíritu, ambos sensiblemente, lo individuan de entre la muchedumbre, ante la cual Dios se da a conocer como su Padre.
En su bautismo, Jesús nos da pruebas de su benevolencia; es decir, quien iba a exigir la conversión, se muestra necesitado de ella; con tal de no abrir distancias con nosotros, pecadores, se une al número de bautizados por Juan; se deja ver entre quienes necesitaban conversión, para no humillar a aquellos a quienes va a proponérsela. Tenemos en Jesús un Dios que, por no herir nuestra susceptibilidad, se ha puesto a nuestra altura; un Dios así, en todo semejante a nosotros, menos en el pecado, merece todo respeto.
Jesús es Hijo amado de Dios. Y Dios se declara Padre de aquel que conoce su querer y lo realiza. Jesús se solidarizó con aquella gente que intentaba volver a Dios y, convirtiéndose a Dios, deseaba ponerle en el centro de sus vidas. El reconocimiento de la propia culpa, sin excusas y sin olvidos, hace al creyente hijo de Dios, semejantes al Hijo amado. Jesús es reconocido como Hijo de Dios en el bautismo, en el momento de su conversión al Padre.
Y es que la conversión del hombre a Dios, convierte a Dios en Padre nuestro siempre. Reconocer el propio pecado y la necesidad de vuelta a Dios nos consigue ser reconocidos hijos por Dios.
El bautismo de Jesús ha de recordarle al creyente que tiene un Dios dispuesto a declarar hijos suyos, siempre que el creyente tenga el valor de confesarse indigno de tenerlo como Dios. Un Dios que se proclama Padre de quien acepta ser un mal hijo; un Dios que nos declara predilectos, cuando reconocemos no haberle amado lo suficiente. Ése fue el Dios de Jesús en el día de su bautismo. Y éste puede ser nuestro Dios, si logramos vivir todos los días de nuestra vida el compromiso, que adquirimos el día de nuestro bautismo: quererlo y buscarlo sobre todas las cosas.

Oración. Te agradecemos, Padre, Bueno: Porque celebrarte en éste tiempo, es recordar agradecido y celebrar comprometido todas las manifestaciones de tu gran bondad para con las gentes.
En el Bautismo de tu Hijo Jesús te nos has manifestado como un Padre que quiere a su Hijo Jesús y de Él te sientes complacido. Gracias por ayudarnos a descubrir el grande amor que le tienes a tu Hijo y por lograr entender, con la acción del Espíritu Santo en nuestros corazones desde el día de nuestro bautismo, que tu amor en Cristo ha llegado hasta nosotros. Que tu amor se ha manifestado a cada uno de nosotros y se sigue manifestando cada vez que en nuestros corazones descubres la conversión del corazón, el anhelo de Ti y el ansia de buscarte a Ti.
Con el bautismo y con la acción de tu Espíritu, haznos gentes de Espíritu, donde los criterios de nuestra vida sean tan sólo cumplir tu voluntad y hacer tu querer. Ser bautizado con el Espíritu es querer empezar a vivir la vida con más plenitud. Para atrevernos a ser más humanos hasta el final. Para defender nuestra verdadera libertad, sin rendir nuestro ser a cualquier ídolo esclavizador Para permanecer abiertos a todo el amor, a toda la verdad, a toda la ternura que se encierra en el ser. Para vivir incluso los acontecimientos más banales e insignificantes, con profundidad. Para seguir trabajando nuestra propia conversión. Para no perder la esperanza en las personas y en la vida
Que cada uno de los momentos de nuestra vida, y especialmente en los que tenga que tomar decisiones, vayan acompañado de un encuentro íntimo contigo y de un acompañamiento en el discernimiento con tu Espíritu.

Contemplación. Grande alegría de descubrirme amado por el Padre en Jesús y tocado por el amor de Dios en el momento de mi conversión a Él. Me descubro amado por Dios desde el día de mi bautismo y llamado a una misión de testimonio de su amor. Convertir mi corazón al Salvador y al amor de Dios.
 
 
 
 
La Paz con ustedes.

sábado, 5 de enero de 2013

lectio Epifanía del Señor

EPIFANIA DEL SEÑOR.
Con mucho gusto seguimos compartiendo contigo este sencillo ejercicio semanal de escucha y meditación del evangelio dominical. Algo ha de ayudar a vivir mejor la eucaristía y a comprender mejor la palabra. Esperamos que el año nuevo que Dios Padre nos da sea tiempo favorable para conocer, amar y seguir más de cerca a Jesucristo su Hijo y de ese modo nos reconozcamos más como hermanos.
 
Fiesta de la Epifanía del Señor
 
A manera de introducción: la fiesta solemne del día de hoy nos recuerda que la salvación de Dios que en Navidad celebramos es para todos los pueblos, para la humanidad entera de ayer, hoy y siempre. Y celebrar esto nos ayuda a desear más y mejor esta salvación. La oración colecta lo expresa muy bien: "diste a conocer en este día, a todos los pueblos el nacimiento de tu Hijo, concede a los que ya te conocemos por la fe, llegar a contemplar cara a cara, la hermosura de tu inmensa gloria".
 
Texto que vamos a reflexionar: Evangelio de San Mateo 2,1-12
 
Jesús nació en Belén de Judá, en tiempos del rey Herodes. Unos magos de oriente llegaron entonces a Jerusalén y preguntaron: "¿Dónde está el rey de los judíos que acaba de nacer? Porque vimos surgir su estrella y hemos venido a adorarlo".
Al enterarse de esto, el rey Herodes se sobresaltó y toda Jerusalén con él. Convocó entonces a los sumos sacerdotes y a los escribas del pueblo y les preguntó dónde tenía que nacer el Mesías. Ellos le contestaron: "En Belén de Judá, porque así lo ha escrito el profeta: Y tú Belén, tierra de Judá, no eres en manera alguna la menor entre las ciudades ilustres de Judá, pues de ti saldrá un jefe, que será el pastor de mi pueblo, Israel".
Entonces Herodes llamó en secreto a los magos, para que le precisaran el tiempo en que se les aparecido la estrella y los mandó a Belén, diciéndoles: "Vayan a averiguar cuidadosamente qué hay de ese niño y, cuando lo encuentren, avísenme para que yo también vaya a adorarlo".
Después de oír al rey, los magos se pusieron en camino, y de pronto las estrella que habían visto surgir, comenzó a guiarlos, hasta que se detuvo encima de donde estaba el niño. Al ver de nuevo la estrella, se llenaron de inmensa alegría. Entraron en la casa y vieron al niño con María, su madre, y postrándose, lo adoraron. Después, abriendo sus cofres, le ofrecieron regalos: oro, incienso y mirra. Advertidos durante el sueño de que no volvieran a Herodes, regresaron a su tierra por otro camino.
 
Lectio (Lectura: lee detenida y pausadamente el texto las veces que sea necesario para desentrañar su estructura, personajes, acciones y actitudes. Lo que dice el texto en sí mismo sin interpretar, para poder entender bien)
La narración nos sitúa en el tiempo en que aparece la estrella del rey de los judíos. De oriente nace el sol y de oriente viene la estrella, de oriente llegan los magos (los sabios representando a sus pueblos), que buscan al Señor y lo hallan en el niño que acaba de nacer. La señal inquieta tanto a los magos de oriente como al rey local. El centro del relato está en "buscar y encontrar al Mesías (¿Dónde está el rey de los judíos?)". Unos para adorarle y se alegran; y el otro para aniquilarle y siente que tiene un rival que hace tambalear su poder. Quienes lo buscan, encuentran y adoran le ofrecen el oro por ser rey, el incienso por ser Dios y la mirra por haber nacido humano como nosotros.
 
 
Meditatio (Meditación: lo a que a ti en tus circunstancias te dice ahora la palabra del evangelio)
Tu palabra hoy me dice que amas, te manifiestas y das a conocer tu salvación a gente que está más allá de los límites geográficos, culturales y religiosos de tu tierra natal y de tu Iglesia. Me dice que hay gente buena y noble que te busca y te reconoce en signos  que los que te están físicamente cercanos no alcanzan o no alcanzamos a distinguir. Me dice que el poder mal habido y mal utilizado tiembla y se estremece ante el amor, la bondad y la salvación humilde y gratuita que llega contigo. Me dice que todo ser humano, sabio y de buena voluntad, aunque sea extranjero a la fe o a la Iglesia, puede buscarte, encontrarte y adorarte ofreciéndote lo mejor de sí y de su pueblo y cultura. Finalmente tu palabra me dice que eres el Dios de todos y de todo, nacido de una mujer de nombre María, y que sólo a Ti, te he de adorar y reconocer como mi Dios.
 
 
Oratio (Oración: lo que le digo a Dios desde su palabra y desde mi vida. Mi respuesta a su propuesta)
Padre bueno, gracias por darnos el regalo de tu hijo y ofrecernos en Él tu amor y tu salvación, sin hacer distinción de personas.
Señor Jesús, como los sabios de oriente se dejaron guiar por la estrella para encontrarte y adorarte, nosotros también pedimos tus señales porque te buscamos y quisiéramos encontrarte y adorarte. Danos la capacidad de ofrecerte, generosa y alegremente, cada día y para siempre: nuestros sentimientos, nuestros pensamientos, nuestras cualidades, nuestro trabajo y esfuerzo y reconocer con ello que tú eres nuestro rey, nuestro Dios y Señor. Te pedimos por todos aquellos, lejanos y cercanos, que aun no te conocen a causa de su egoísmo, soberbia, odios y apegos a las cosas y no se pueden alegrar por tu venida. Te pedimos por nuestra Iglesia: que todos seamos misioneros, seamos como estrellas que guíen a los demás hacia tu persona para encontrarte, alegrarnos y adorarte.
 
 
Contemplatio (Contemplación: haz silencio y en tu interior adora, goza y bendice al Señor encontrado y hazle un ofrecimiento de cambio personal en tu vida ordinaria para la semana).
 
 
Feliz año nuevo
 
La Paz con ustedes.