miércoles, 4 de diciembre de 2013

lectio 2 Adv A

2 Domingo de Adviento, A.
 
Texto a orar y meditar del Evangelio de San Mateo 3, 1-12.
 
En aquel tiempo, comenzó Juan el Bautista a predicar en el desierto de Judea, diciendo: "Conviértanse, porque ya está cerca el Reino de los cielos". Juan es aquel de quien el profeta Isaías hablaba, cuando dijo: Una voz clama en el desierto: Preparen el camino del Señor, enderecen sus senderos.
Juan usaba una túnica de pelo de camello, ceñida con un cinturón de cuero, y se alimentaba de saltamontes y de miel silvestre. Acudían a oírlo los habitantes de Jerusalén, de toda Judea y de toda la región cercana al Jordán; confesaban sus pecados y él los bautizaba en el río.
Al ver que muchos fariseos y saduceos iban a que los bautizara, les dijo: "Raza de víboras, ¿quién les ha dicho que podrán escapar al castigo que les aguarda? Hagan ver con obras su conversión y no se hagan ilusiones pensando que tienen por padre a Abraham, porque yo les aseguro que hasta de estas piedras puede Dios sacar hijos de Abraham. Ya el hacha está puesta a la raíz de los árboles, y todo árbol que no dé fruto, será cortado y arrojado al fuego.
Yo los bautizo con agua, en señal de que ustedes se han convertido; pero el que viene después de mí, es más fuerte que yo, y yo ni siquiera soy digno de quitarle las sandalias. Él los bautizará en el Espíritu Santo y su fuego. Él tiene el bieldo en su mano para separar el trigo de la paja. Guardará el trigo en su granero y quemará la paja en un fuego que no se extingue".
Palabra del Señor.
Gloria a ti, Señor Jesús.
 
Lectura (Lectio): lee varias veces el texto y distingue sus personajes, estructura, verbos y relaciones principales entre ellos para saber qué dice el texto en sí mismo.
Nos presenta a Juan Bautista, cómo vestía y de qué se alimentaba; que acudían a él de todas partes y les anunciaba que viene alguien que les bautizará en el Espíritu Santo y su fuego. La escena se desarrolla en el desierto de Judea. Están estos personajes: Juan el bautista, habitantes de Jerusalén, Judea, de la región cercana al Jordán, muchos fariseos y saduceos. Predicaba este mensaje: "conviértanse, porque el reino de los Cielos está cerca" y acudían a él para confesar sus pecados y él les bautizaba en el río. A los fariseos y saduceos les decía "raza de víboras, ¿quién les ha dicho que podrán escapar al castigo que les aguarda…?" Y les anunciaba que si el bautiza con agua viene alguien que bautizará en el Espíritu Santo y su fuego. Así se cumple lo que decía Isaías: "Una voz que calma en el desierto: preparen el camino del Señor, enderecen sus senderos"
 
Meditaciòn (Meditatio): trata de aplicar ahora el texto a tu vida, trata de sacar lo que te dice a ti, a tu familia, a la comunidad eclesial en la actualidad.
Meditar en este Domingo sobre Juan el Bautista, tanto sobre su persona, como sobre su mensaje y lo que significa. Juan es aquel que da testimonio de su misión y de su entrega y nos dice, el cómo vestía y de qué se alimentaba y dónde vivía. Su mensaje es de preparación y conversión porque el Reino de Dios está cerca y él es la voz en el desierto: "Preparen el camino del Señor, enderecen sus senderos". Porque "el que viene detrás de mí es más fuerte que yo, y yo ni siquiera soy digno de quitarle las sandalias. El los bautizará en el Espíritu Santo y su fuego. El separará el trigo de la paja y guardará el trigo y quemará la paja". Juan Bautista, "es el más grande de los nacidos de mujer" y cumple su misión de ser el "Precursor", preparando un Pueblo bien dispuesto para la llegada del Mesías.
 
Oración (Oratio): respóndele al Señor, háblale desde su palabra y desde tu vida.
Señor, que seamos también parte de ese pueblo bien dispuesto para recibirte; que esta predicación de Juan Bautista disponga nuestro corazón y nuestro ser, enderece nuestros senderos, motive en obras para convertirnos. Ven, Señor Jesús, danos muestras de tu cercanía, para que no nos resulte tan difícil esperarte; y ya que has iniciado tu retorno, te pedimos Señor, que inicies en nosotros la conversión que esperas de cada uno. 
 
Contemplación: haz silencio, déjate consolar y amar por el Señor, y toma alguna decisión para ponerlo al centro de tu vida cotidiana.
 
 
Feliz Domingo. En esta semana la presencia de la Madre de Dios, como Inmaculada Concepción y Santa María de Guadalupe, nos ayuden a preparar la Navidad. 
 
 
 
La Paz con ustedes.

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