miércoles, 12 de marzo de 2008

Domingo de Ramos o de la Pasión del Señor A (16 marzo 2008)

Texto a meditar y orar:
Mateo 26, 14-27, 66

Lectura (Lectio):
El relato de la pasión más que una crónica neutral de lo sucedido es la proclamación de fe en Jesús. La pasión es el drama del amor. San Mateo narra los acontecimientos desde su final, acentuando la convicción primitiva de que todo se debía a un plan previo; y por lo mismo recurre a la escritura con mayor frecuencia que en otros evangelios; Jesús sabe que camina hacia la muerte y sabe que ésta no será su final; el conflicto con las autoridades judías es más fuerte y el triunfo de Cristo más evidente.
Todo el relato de la pasión se articula en cuatro bloques, y cada uno consta de escenas particulares: 1) La agonía en el Getsemaní, es una escena decisiva, para comprender la pasión de Jesús: “La muerte no ha sido para él una fatalidad ineludible, ante la cual hay que resignarse, ni un destino ciego soportado, sino una elección sufrida y consciente. 2) El proceso ante Caifás que está fundamentado en falsos testimonios. Para condenar legalmente a Jesús se requería un motivo previsto por la ley; pero los sacerdotes y el sanedrín no lo encontraron. Motivos los tenían y los aducían, pero no eran legales. 3) El proceso ante Pilatos: El precio de la traición mencionado siete veces y tres veces la sangre, sirve esta escena, para hacer la conexión entre los dos procesos y aparece claramente que el proceso de Jesús fue un proceso inicuo. Pero esto no basta, Mateo se interesa también en mostrar que este proceso injusto e inicuo forma parte del designio de Dios y así se cumplen las Escrituras. “La historia está en las manos de Dios”. Y en varias ocasiones Mateo subraya que Jesús es inocente; así lo testimonia la mujer de Pilatos y el mismo Pilatos cuando se lava las manos. 4) La crucifixión: Lo más significativo del relato es la soledad de Jesús: todos están contra Jesús, el Mesías se encuentra abandonado de todos, hasta del Padre celestial. Sin embargo es significativo que Mateo insiste mucho en el cumplimiento de las Escrituras: todo lo que está sucediéndole a Jesús, entra dentro del designio de Dios.

Se repite; Mateo quiere profundizar en la confesión de fe cristiana en Jesús como el Hijo de Dios. No hay para él contradicción entre la cruz de Jesús y el ser Hijo de Dios. Es sobre la cruz, que Jesús se realiza como Hijo obediente al Padre.

Meditación (Meditatio)
La muerte de Jesús en cruz, nos desvela el amor que Dios nos ha tenido. Este acontecimiento fue y sigue siendo la prueba definitiva del discípulo: todas las esperanzas que sus seguidores se habían hecho junto a él, por Galilea, fueron sepultadas, por la cruz, en el Gólgota.

Llama la atención la tremenda separación que hubo entre la voluntad de Jesús, que anhelaba dar su vida, y el querer de sus discípulos, que no pensaron más que en salvar las suyas; los pocos seguidores que le acompañaron, no tardaron en abandonarle, a medida que se acercaban al Calvario. Judas es el prototipo de los discípulos que siguen a Jesús de cerca. Su destino estremece: son los discípulos más familiarizados con Jesús quienes con más frialdad lo traicionan, a quien tantas veces lo ha besado, no importa entregarlo con un beso. La rutina del discípulo, el cansancio que nace de una continua convivencia, puede convertir un discípulo bueno en un buen traidor.

Pedro es el discípulo que negó y lloró su pecado; con su valentía de palabra y su debilidad de hecho, con sus rápidas promesas de fidelidad y su rapidez en romperlas, nos es más simpático, pues nos es más cercano: con él nos identificamos mucho mejor, pues nos sabemos traidores, pero arrepentidos. Nuestra salvación como la suya, dependerá si es mayor nuestro dolor que nuestra desesperanza. Dependerá como entonces dependió, de si nuestro pecado queda vencido por la confianza en el amor que Jesús, pese a todo nos sigue teniendo. Porque el discípulo traidor puede estar seguro de que también él cuenta con el amor de su Señor.

Juan, fue el discípulo más amado y el que superó mejor y más rápidamente el escándalo ahí donde los demás tropezaron, en la cruz de su Señor. Quien se sabe amado, guarda fidelidad sin tanto esfuerzo: y por lo mismo cuesta menos soportar la muerte del Señor, siempre que se la entiende como supremo acto de amor. María, pertenece a los discípulos más amados de Jesús; y estos son los que pueden serle fieles hasta frente a una cruz.

Oración (Oratio):
Gracias Padre Bueno, porque en la muerte de Jesús en la cruz nos revelas el infinito amor que nos tienes. Esta prueba de amor, es la prueba definitiva para nuestra vida como discípulos seguidores de tu Hijo; si queremos serte fieles, estamos comprometidos a responder ante el camino de la cruz. Que como Juan, nos sintamos tan amados por Tí, que ese amor supere el escándalo de esta cruz; que este amor nos haga guardar la fidelidad a tí, sin tanto esfuerzo; que no nos cueste soportar tu muerte, siempre que comprendamos que es la máxima expresión de tu amor.

Señor Jesús, cordero inmolado por nuestra salvación ten misericordia de nuestra dureza de corazón para entender los caminos de tu salvación, sostennos para no escandalizarnos jamás y renegar de tu voluntad. Te pedimos que nos ayudes a saber dirigirnos a tu Padre y entender la forma de hacer oración en el momento de nuestra salvación; en los momentos que son decisivos para descubrir cuál es la voluntad del Padre en nuestras vidas.

Que el amor que hemos descubierto en la Voluntad del Padre y en tu entrega amoroso, nos impulse a no abandonarte y dejarte solo, a no negarte por haberte conocido y dejarte sólo y huir
Te damos gracias, Señor porque antes de ser condenado a muerte, nos has dado tu cuerpo y tu sangre, sacramentos de la nueva Alianza, y porque nos has pedido vigilar y rezar para no caer en la tentación, nuestra tentación es no reconocer el amor del Padre, su Voluntad amorosa para nosotros y el método o camino de salvación que nos muestra en la cruz.

Contemplación (Contemplatio):
Te invito a que iniciando esta semana Santa con el Domingo de Ramos hagamos silencio y meditando, leyendo la Palabra de Dios y rezando agradezcamos el Amor de Dios que nos salva en Jesús con su muerte en la Cruz.
Un saludo y que Dios les bendiga. P. Cleo sdb

No hay comentarios: