jueves, 24 de enero de 2008

3° Domingo Ordinario, A (27 enero 2008)



Texto a meditar, orar y vivir: Mateo 4, 12-23


"y lo siguieron"
Evangelio.
Al enterarse Jesús de que Juan había sido arrestado, se retiro a Galilea, y dejando el pueblo de Nazaret, se fue a vivir a Cafarnaúm, junto al lago, en territorio de Zabulón y Neftalí, para que así se cumpliera lo que había anunciado el profeta Isaías: Tierra de Zabulón y Neftalí, camino del mar, al otro lado del Jordán, Galilea de los paganos. El pueblo que habitaba en tinieblas vio una gran luz. Sobre los que vivían en tierra de sombras una luz resplandeció. Desde entonces comenzó Jesús a predicar, diciendo: “Conviértanse, porque ya está cerca el Reino de los Cielos”. Una vez que Jesús caminaba por la ribera del mar de Galilea, vio a dos hermanos, Simón, llamado después Pedro, y Andrés, los cuales estaban echando las redes al mar, porque eran pescadores. Jesús les dijo: “Síganme y los haré pescadores de hombres”. Ellos inmediatamente dejaron las redes y lo siguieron. Pasando más adelante, vio a otros dos hermanos, Santiago y Juan, hijos de Zebedeo, que estaban con su padre en la barca, remendando las redes, y los llamó también. Ellos, dejando enseguida la barca y a su padre, lo siguieron. Andaba por toda Galilea, enseñando en las sinagogas y proclamando la buena nueva del Reino de Dios y curando a la gente de toda enfermedad y dolencia. Palabra del Señor.
LECTURA (Lectio): observa lo que dice el texto en sí mismo, mira su estructura y relaciones, sus personajes y verbos principales. Comienza hablando de Juan que fue arrestado. Contemplamos a Jesús por diferentes regiones, pueblos y ciudades: Galilea, Nazaret, Cafarnaúm, junto al lago, por Zabulón y Neftalí. Jesús va predicando y nos dice cual es su mensaje. “Conviértanse, porque el Reino de los Cielos está ya cerca”. También nos lo presenta viendo y llamando a personas, concretamente a dos pares de hermanos y nos dice los nombres: Simón Pedro, Andrés, Santiago y Juan. Y la manera como responden a la Palabra de Jesús, cuando les dice: “Síganme”. Ellos dejan todo y lo siguen. Finalmente, nos dice lo que hacía Jesús: enseñando, proclamando el Evangelio y curando, dando vida.
MEDITACIÒN (Meditatio): ve lo que Dios te dice a ti desde el texto, en tus circunstancias particulares, familiares y sociales. Jesús inaugura el Reino de Dios. Por eso va a la Galilea, que es tierra de paganos y se cumple lo anunciado por el profeta: “el pueblo que andaba en tinieblas vio una gran luz”. Jesús es la gran luz que el pueblo contempló. Y Jesús lanzará a ese pueblo el desafío del camino de liberación. Es el camino del Reino de Dios ya presente en la persona de Jesús. Es necesario que las personas acojan a Jesús y se abran al proyecto de Dios. “Conviértanse, porque ya está cerca el Reino de los Cielos”, o sea, es el seguimiento de Jesús. Esa fue la exigencia hecha por Jesús a Simón y a su hermano Andrés que andaban pescando y a Santiago y Juan que remendaban las redes junto con su padre. El Reino que Jesús inaugura requiere de colaboración y compromiso de las personas. Es un compromiso que provoca rupturas (dejar las redes, el barco, el padre) y que lleva una buena dosis de riesgo. Concluye que Jesús “andaba por toda Galilea enseñando y proclamando la Buena Nueva y curando a la gente de toda enfermedad y dolencia”. La Iglesia en Latinoamérica nos llama a ser discípulos y misioneros, estar en estado de Misión Continental, para anunciar a todos el Evangelio para que los pueblos tengan vida en Jesús.
ORACIÒN (Oratio): respóndele a Dios desde el texto aplicado a tu vida, conviértelo en oración.
Señor, contigo el Reino de Dios ya está en marcha porque es un Reino que llena de vida, en abundancia y vida para siempre, a todas las gentes y en todos los tiempos. Contigo las gentes son liberadas de toda alienación, opresión y de todo aquello que no las hace vivir dignamente como persona humana. Jesús eres esa luz que ilumina nuestra existencia. Que nos convirtamos más a Ti. Que te sigamos. Que creamos más en ti. Que vayamos a anunciarte. Que seamos discípulos y misioneros del Evangelio que eres Tú, Señor.
Feliz Domingo. Y una palabrita sobre San Juan Bosco, puesto que tenemos la alegría de celebrarlo el próximo 31 de Enero, porque es el santo que Dios hizo suscitar para atender a los jóvenes. Don Bosco es el Padre y Maestro de la Juventud.



Nacho, SDB.

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