jueves, 30 de septiembre de 2010

27º domingo ordinario, C (3 octubre 2010)

Texto de
Lucas 17, 5-10


En aquel tiempo, los apóstoles dijeron al Señor: “Auméntanos la fe”. El Señor les contestó: “Si tuvieran fe, aunque fuera tan pequeña como una semilla de mostaza, podrían decir a ese árbol frondoso: ‘Arráncate de raíz y plántate en el mar’, y los obedecería.
¿Quién de ustedes, si tiene un siervo que labra la tierra o pastorea los rebaños, le dice cuando éste regresa del campo: ‘Entra enseguida y ponte a comer? ¿No le dirá más bien: ‘Prepárame de comer y disponte a servirme, para que yo coma y beba; después comerás y beberás tú? ¿Tendrá acaso que mostrarse agradecido con el siervo, porque éste cumplió con su obligación?
Así también ustedes, cuando hayan cumplido todo lo que se les mandó, digan: ‘No somos más que siervos, sólo hemos hecho lo que teníamos que hacer”.

(Léelo serena y tranquilamente una o varias veces hasta desentrañar parte de su estructura, personajes y organización)

Lectura (Lectura de lo que dice el texto en sí mismo para entenderlo mejor): Los personajes de este relato son los apóstoles y el Señor. Un día, cuando van subiendo en ese camino hacia Jerusalén, los apóstoles le pidieron a Jesús “auméntanos la fe”; porque se estaban dando cuenta de algunas dificultades: el escándalo, el perdón. Y Jesús les responde presentándoles dos imágenes: la fe comparada a la semilla de mostaza, una fe tan pequeña, que aunque fuera una fe tan pequeña como una semilla de mostaza serían capaces de arrancar de raíz un grande y frondoso árbol y se plantaría en el mar, y les obedecería; porque tendrán la seguridad de ser escuchados. La otra imagen es la del siervo, que siendo obediente, puesto que para todo siervo, sabe que su trabajo es servir; lo hace y dice: “No somos más que pobres siervos, sólo hemos hecho lo que teníamos que hacer”.

Meditación (Reflexión personal y profundización sobre la Palabra, lo que a mí me dice ahora en mi familia, vida y circunstancias):
Algunos temas de meditación, por ejemplo: por las palabras que dicen los apóstoles, un tema es el de la fe, y por la parábola del ‘pobre siervo’ un otro tema, es el de servir o hacer lo que se tiene que hacer; otro tema es de la obediencia, y un otro tema, se desprende de las palabras, “cuando hayan hecho todo lo que es fue mandado, digan: somos pobres siervos”, es decir, reconocerse humildes, porque sólo, “hemos hecho lo debíamos hacer”.
¿Pero qué fe? Es aquella fe que reconoce que las más grandes realizaciones no son suyas, sino del Señor. Los más grandes seguidores de Cristo, tanto pensadores como místicos y realizadores, son aquellos que hasta el final lo profesaron con absoluta sinceridad: “Hemos sido siervos inútiles, sólo hemos hecho cuanto debíamos haber hecho”. Fe y obras están íntimamente unidas; es que “La fe actúa mediante la caridad” (Gal 5,6; Ef 4, 15). El discípulo está seguro de la fuerza de la fe por pequeña que sea. La Iglesia, lugar de siervos inútiles, es el signo de aquellos y aquellas que han descubierto que la vida de fe es un don recibido para llegar a ser don para los demás: fe y servicio, como ese amor de entrega del Señor.

Oración (Lo que lo digo, desde mi vida, al Dios que me habla en su Evangelio. Le respondo): Señor tu Palabra nos ilumina cuando nos dices: aunque tuvieran una fe tan pequeña como la semilla de mostaza, sería capaz de ser tan grande como un grande y frondoso árbol; pues esa fe tendría tanta fuerza como para arrancarlo y plantarlo en el mar.
Señor, como los discípulos de todos los tiempos, por eso seguimos diciéndote: “Señor, auméntanos la fe”. Concédenos, creer más en tu Palabra. Que seamos como ese siervo que hace lo que Tú quieres, siempre atento, siempre obediente a todo lo que Tú deseas. Que en todo momento sepamos descubrir, discernir, tus proyectos; porque corremos el riesgo de no ser disponibles y de no abrir nuestro corazón y confiar en Ti. Contemplamos que la gente de nuestro mundo quiere creer solamente si lo ve, y no se arriesga ni se pone a tu disposición, porque con una fe que queda solo en la cabeza, no llega; es necesario por eso que “aumentes en nosotros la fe” que seamos capaces de hacer experiencia de vida en Ti, siempre confiantes y disponibles a cumplir todo lo que Tu quieres.

Contemplación: Hago silencio, me lleno de gozo, me dejo iluminar, adoro y alabo, y tomo decisiones para actuar de acuerdo a la Palabra de Dios en mi vida ordinaria, personal, familiar, social, laboral, social, escolar.

En este mes de Octubre celebramos el mes de las Misiones, el mes del Rosario. Estos y otros, son motivo para vivir como Iglesia agradecidos con el Señor.

Feliz Domingo, Nacho, SDB.

La Paz con ustedes.

2 comentarios:

Anónimo dijo...

no ce!!!

Anónimo dijo...

Agradezco por publicar la palabra de Dios. Para mi es energía y vitalidad que necesita mi vida. También para saber darle valor a lo verdadero y no a lo que el mundo me ofrece.
Lo que importa es cumplir la ley de Dios.
Saludos desde Tijuana. Mexico.