martes, 22 de septiembre de 2009

26° domingo ordinario, B (27 septiembre 2009)



Texto de
Marcos 9, 38-43.45.47-48
(Léelo serena y tranquilamente una o varias veces hasta desentrañar parte de su estructura, personajes y organización)

En aquel tiempo, Juan le dijo a Jesús: “Hemos visto a uno que expulsaba a los demonios en tu nombre, y como no es de los nuestros, se lo prohibimos”. Pero Jesús le respondió: “No se lo prohíban, porque no hay ninguno que haga milagros en mi nombre, que luego sea capaz de hablar mal de mí. Todo aquel que no está contra nosotros, está a nuestro favor.

Todo aquel que les dé a beber un vaso de agua por el hecho de que son de Cristo, les aseguro que no se quedará sin recompensa.

Al que sea ocasión de pecado para esta gente sencilla que cree en mí, más le valdría que le pusieran al cuello una de esas enormes piedras de molino y lo arrojaran al mar.

Si tu mano te es ocasión de pecado. Córtatela; pues más te vale entrar manco en la vida eterna, que ir con tus dos manos al lugar de castigo, al fuego que no se apaga. Y si tu pie es ocasión de pecado, córtatelo; pues más te vale entrar cojo en la vida eterna, que con tus dos pies ser arrojado al lugar de castigo. Y si tu ojo es ocasión de pecado, sácatelo; pues más te vale entrar tuerto en el Reino de Dios, que ser arrojado con tus dos ojos al lugar de castigo, donde el gusano no muere y el fuego no se apaga”.



Lectura (Lectura de lo que dice el texto en sí mismo para entenderlo mejor):
En este domingo nos propone la catequesis de Jesús a sus discípulos, dirigida a Juan, no tanto en el sentido de su misión o las condiciones del seguimiento, sino sobre la Comunidad. Jesús propone una comunidad abierta, caracterizada por el servicio fraterno, donde reina también una vigilancia constante ante el peligro del escándalo. Es una continuación de la reflexión del domingo anterior, porque son los pequeños los miembros privilegiados de la comunidad.

La primera parte, Jesús instruye que para pasar de una comunidad cerrada a una comunidad abierta, es necesario, una actitud de comprensión, una actitud de servicio para todos, aún para los simpatizantes que están fuera de la comunidad.

La segunda parte se concentra al interno de la comunidad misma, porque se pueden anidar peligros y en particular el peligro del escándalo. Es decir, confundir en la fe, inducir a renegar la fe, privar de la salvación eterna. Allí mismo recurre a un tipo de expresión semítica que al exagerar pone en alerta al oyente para que se entere de la importancia de la enseñanza. Los que son víctimas de este escándalo son los pequeños. Porque son los seres desvalidos frente a las seducciones por parte de los mayores: “más le valdría que le pusieran al cuello una de esas enormes piedras de molino y lo arrojarán al mar”.



Meditación (Reflexión personal y profundización sobre la Palabra, lo que a mí me dice ahora en mi familia, vida y circunstancias):
Temas de meditación: Ser de Cristo lo transforma en una comunidad abierta a todo bien; ser de Cristo, hará milagros, hablará bien, dará de beber, no será ocasión de pecado para los pequeños. El ser de Cristo implica un empeño radical: si tu mano, tu pie, tu ojo, es ocasión de pecado, córtatelos; porque más te vale mutilado que ser arrojado al lugar de castigo, “donde el gusano no muere y el fuego no se apaga”. Si en ti existe algo que te impide adherirte a la misión de Jesús es necesario que hagas cortes profundos en tu vida y las hagan pensando en el futuro: donde está la verdadera vida, el reino, o sea, la unión perfecta con Dios, o el infierno, el signo del fracaso total de la propia existencia. Así se comprende la radicalidad de la elección por el Evangelio: está en juego la vida eterna. El amor a los pequeños y la comunión con la comunidad son la base para rechazar el escándalo. Así la comunidad toma como modelo la vida del Señor. La comunidad es el lugar de la verdadera acción de Dios y del ser verdadero discípulo. Sin embargo, el pertenecer a la comunidad no es garantía ni de gloria ni de salvación.



Oración (Lo que le digo, desde mi vida, al Dios que me habla en su Evangelio. Le respondo):
Señor, tu Palabra y tu Vida, ilumina los acontecimientos para darles el verdadero sentido. Quieres una Comunidad abierta a todo bien: “todo aquel que está a nuestro favor no está contra nosotros”; quieres unos discípulos capaces de hacer el bien: “todo aquel que de a beber un vaso de agua por el hecho que son de Cristo, no quedará sin recompensa”; quieres discípulos capaces de hacer el bien, sobre todo a la gente sencilla, a los pequeños y nunca el escándalo; discípulos que vivan en radicalidad el Evangelio: “más te vale entrar manco, cojo, tuerto en el Reino de Dios que ser arrojado al lugar del castigo”. Señor, ayúdanos a formar esa Comunidad que tú quieres, en nuestra Familia, en la Iglesia, en nuestra sociedad mexicana.



Contemplación (Hago silencio, me lleno de gozo, me dejo iluminar, adoro, alabo, y tomo decisiones para actuar de acuerdo a la Palabra de Dios en mi vida ordinaria, personal, familiar, social, laboral, escolar…)

Saludos y bendiciones. Feliz Domingo, Nacho, SDB

La Paz con ustedes.

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